Desde que empecé fundamentos de la arquitectura, me fijo mucho más en los detalles de los edificios.
Antes yo pasaba por al lado de un edificio y nada despertaba mi interés, ni su forma, ni su color, ni su acabado. Pero tras aprender los contenidos de introducción a la construcción, analizo ligeramente cada elemento arquitectónico que observo por la calle. Como por ejemplo el acabado de los forjados, de las fachadas o los de las escaleras.
Además de analizarlo, también me llama la atención lo entretenido que lo encuentro. Me podría pasar tres horas mirando un edificio y analizando todas sus características.
Dónde más he observado los detalles ha sido en mi propia casa, y me he dado cuenta de la sencillez con la que tuvo que ser construida, ya que es un piso muy simple.
Pienso que a pesar del paso del tiempo, ya no voy a quitar este hábito de mirar los edificios desde una visión más analítica en la vida.